La urodinamia o estudio urodinámico es una prueba diagnóstica sencilla y, en la mayoría de casos, indolora, que permite conocer el funcionamiento del esfínter, de la uretra y de la vejiga, es decir, evaluar cómo se almacena y elimina la orina.
La prueba consta de diversas partes. En primer lugar, el paciente debe orinar en un recipiente llamado flujómetro, que mide la cantidad y velocidad de la orina. Después, con la ayuda de una pequeña sonda, se vacía la orina que queda, lo que llamamos el “residuo”. A continuación, se coloca otra sonda de pequeño calibre con la que llenamos la vejiga y con unos electrodos registramos las presiones que se producen en el interior de la vejiga tanto en la fase de llenado como en la de vaciado. Por último, el paciente debe orinar con la sonda puesta, que luego retiraremos, y en algunos casos ponemos una última sonda para verificar de nuevo el residuo.
La prueba se realiza habitualmente en régimen ambulatorio y tiene una duración aproximada de entre 45 y 60 minutos. Durante el día de la prueba pueden presentarse efectos indeseables como molestias al orinar de corta duración y sangre en orina generalmente leve.
La realización de la urodinamia o estudio urodinámico se suele prescribir a: